Prólogo

Retrato de Ursula von der Leyen.

Ursula von der Leyen

Presidenta de la Comisión Europea

El 2024 fue un año electoral histórico. Miles de millones de personas de todo el mundo fueron a votar, incluidos millones de ciudadanos de la UE, que convirtieron las elecciones europeas del pasado mes de junio en las más participativas de la historia. Esta importante seña distintiva de la democracia es un recordatorio de las libertades ganadas que no podemos, ni debemos nunca, dar por sentadas, así como de la responsabilidad de los dirigentes de responder a las esperanzas y aspiraciones de quienes confían en ellos.

Me siento orgullosa y honrada de haber recibido la confianza para dirigir la Comisión Europea durante un segundo mandato y continuar el trabajo que empezamos hace cinco años. Cuando asumí el cargo en 2019, nunca podría haber imaginado los extraordinarios retos a los que nos tendríamos que enfrentar, desde una pandemia mundial y la brutal guerra de agresión de Rusia contra Ucrania hasta las crisis energéticas y el conflicto en Oriente Próximo. Todo esto, al tiempo que abordábamos la crisis climática y de biodiversidad, afrontábamos los retos de la migración, nos adaptábamos a la revolución digital y garantizábamos el crecimiento económico y la competitividad de Europa.

La fortaleza ante la adversidad siempre ha sido una característica europea; juntos, hemos tratado las cuestiones que importan a los ciudadanos de la UE. Desde la reforma del mercado eléctrico hasta el Pacto sobre Migración y Asilo y la entrada en vigor de las primeras normas mundiales en materia de inteligencia artificial, hemos sentado las bases para una Europa más segura, justa y sostenible. La guerra temeraria de Rusia también ha puesto de relieve la necesidad de la UE de fortalecer su defensa. Nuestra primera Estrategia Industrial de Defensa Europea, puesta en marcha en marzo, sienta las bases para el desarrollo de las capacidades de defensa de los Estados miembros.

El fin del primer cuarto de siglo ha traído consigo un punto de inflexión en los asuntos mundiales. Hemos entrado en una nueva era de competencia geoestratégica y Europa debe cambiar de marcha para mantener su crecimiento en el próximo cuarto de siglo. Nuestra nueva Brújula para la Competitividad, que presentamos al inicio del nuevo mandato, guiará la transformación de nuestra economía para garantizar la prosperidad de nuestros ciudadanos.

En los primeros meses de 2025 no podemos saber todavía lo que nos depara el futuro, pero sabemos que, sea lo que sea, Europa estará a la altura si nos mantenemos unidos.

¡Larga vida a Europa!