Ursula von der Leyen
Presidenta de la Comisión Europea
2023 fue un año importante: aquel en el que la Unión Europea siguió respondiendo a las aspiraciones de sus ciudadanos y continuó abordando los retos que iban surgiendo. Seguimos avanzando en las seis prioridades establecidas al principio del mandato, al tiempo que buscamos soluciones audaces y ambiciosas para algunos de los mayores desafíos a los que Europa se ha enfrentado nunca.
La brutal guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, la peor crisis energética de varias décadas, el rapidísimo desarrollo de la inteligencia artificial (IA) o una crisis climática cada vez más profunda. Retos extraordinarios ante los que no dudamos en ponernos manos a la obra. Hemos demostrado que nuestra Unión ofrece su mejor versión cuando somos valientes.
Por segundo año consecutivo, Europa defendió a Ucrania de manera constante, con unidad, fuerza y determinación. Facilitamos la acogida de más de 4 millones de refugiados ucranianos en la Unión Europea y organizamos una asistencia financiera, humanitaria y militar firme, que ya supera los 88 000 millones EUR. Hemos demostrado que ayudaremos a Ucrania mientras sea necesario. El nuevo Mecanismo para Ucrania nos permitirá aportar otros 50 000 millones EUR en los próximos cuatro años, para contribuir a la prestación de servicios básicos (mantener abiertas las escuelas o pagar los sueldos y las pensiones) mientras el pueblo ucraniano siga luchando contra el invasor. 2023 permanecerá grabado en el recuerdo del pueblo ucraniano como el año en que sus sueños estuvieron más cerca de hacerse realidad.
En reconocimiento a los grandes avances logrados por Ucrania y en respuesta a las aspiraciones del pueblo ucraniano, nuestra Unión tomó la decisión histórica de iniciar las negociaciones de adhesión con el país, sobre la base de las recomendaciones de la Comisión.
Al mismo tiempo, la Unión continuó trabajando en la transformación de nuestra economía. En primer lugar, impulsó la digitalización: nuestra Ley Europea de Chips ha generado ya más de 100 000 millones EUR de inversiones, tanto públicas como privadas, previstas a lo largo de toda la cadena de valor. Y gracias a nuestra Ley de Inteligencia Artificial, Europa se convirtió en el primer continente con una normativa específica en la materia, centrada en los usos de alto riesgo. Más que un código normativo, se trata de un trampolín para lograr que nuestras empresas lideren el desarrollo de una inteligencia artificial fiable.
Nuestra Unión también impulsó la transición hacia una economía limpia. Hemos establecido un marco para lograr reducir en al menos un 55 % las emisiones de dióxido de carbono para finales de esta década y, de este modo, mantener a Europa en el rumbo correcto hacia la consecución de la neutralidad climática para 2050. Asimismo, gracias al Reglamento sobre la industria de cero emisiones netas, estamos reforzando la capacidad de fabricación de energía limpia de la UE, a fin de impulsar nuestra competitividad y resiliencia industriales. Apoyaremos a las empresas europeas para que lleven a cabo la transición y mantengan al mismo tiempo su ventaja competitiva, de modo que Europa siga siendo un destino primordial de las inversiones que generan puestos de trabajo de calidad estables y con perspectivas de futuro, con una base industrial sólida.
Para adaptarse a las realidades geopolíticas cambiantes, Europa elaboró su primera estrategia en materia de seguridad económica. También adoptamos medidas concretas para aumentar nuestra resiliencia reduciendo las dependencias y limitando los riesgos para nuestra economía. Esto garantizará nuestra soberanía, seguridad y prosperidad en los próximos años. Este objetivo se ve también respaldado por nuestro plan de recuperación NextGenerationEU, por valor de más de 800 000 millones EUR, que está impulsando nuestras economías mediante una combinación de inversiones y reformas. El plan ha seguido financiando cientos de proyectos ecológicos y digitales en Europa, ofreciendo resultados tangibles para los ciudadanos europeos: desde parques eólicos marinos hasta trenes eléctricos, pasando por servicios públicos digitales de alto nivel y hospitales de categoría mundial.
Mirando ya al futuro, 2024 será un momento especial para nuestro continente, pues los europeos acudirán a las urnas para elegir a una nueva generación de líderes. Será una oportunidad para reflexionar sobre el modo en que la democracia consigue que nuestras sociedades sean más justas, nuestras industrias, más competitivas y nuestras economías, más resilientes. Estoy segura de que nuestra Unión seguirá con la cabeza bien alta. Porque, cuanto mayores son los desafíos, más fuerte es Europa.
¡Larga vida a Europa!
Ursula von der Leyen